El escurridizo Salvelino Gigante

En pocas ocasiones podemos escuchar acerca de verdaderas hazañas, en las que pequeños grupos de personas han sido capaces de crear algo verdaderamente trascendental y conseguir lo imposible. Lo cierto es que la mayoría de aquellos escasos logros son los que han forjado el mundo, tal y como lo conocemos. A propósito de ello, cabe decir que el trabajo es la llave que abre aquella estrecha puerta del éxito y que no siempre podemos glorificarnos por un logro conseguido. No todos los logros son positivos.

Un buen logro que se consigue a base de esfuerzo es meritorio y gratificante. Y este es el caso de una pequeña comunidad ubicada a unos 80 km hacia el norte de la ciudad militar de Boden y a 40 km al sur de Jokkmokk: su nombre es Vuollerim. Iniciativa y trabajo en equipo son los sinónimos que evidencian la forma de vida de la gente en este pueblo de apenas 800 habitantes. En un pequeño lugar,en donde existen más de 50 empresarios independientes, que trabajan para mejorar la realidad de la villa y atraer el turismo, han sucedido acontecimientos verdaderamente significativos. Es así que, en el mes de marzo de este año 2011, Lapland Vuollerim, una pequeña empresa creada por los aldeanos de esta comunidad, que trabaja creando paquetes con actividades para el turismo, con el fin de ofrecer a los visitantes una opción diferente y una visión totalmente innovadora del concepto de la laponia, logró una nominación como mejor producto de exteriores en la feria silvestre de Estocolmo 2011. El mérito radica en que aquella nominación fue por segundo año consecutivo; que el año pasado quedó en tercer y lugar y este año en segundo. El hecho es que hubo más de 200 diferentes destinaciones de todo el mundo, de que fue el único producto nominado en Suecia, y que este año solo fue superado por un producto de la China.

El escurridizo Salvelino Gigante fue el producto que logró este galardón. En año anterior fue nominado el producto “Paseo a caballo bajo el sol de media noche”. Estos hechos solo demuestran la fortaleza del  grupo humano que labora tras esas nominaciones y nos indica que siempre hay algo importante que entregar a la comunidad y que nada es imposible cuando se desea con el corazón. Lapland Vuollerim trabaja muchas veces de manera ideal, sin fines de lucro e invierte el 100% de sus recursos en su propia aldea. Lo que ofrece son experiencias simples, pero exóticas, apreciadas y únicas para los visitantes.Con esto, una vez más, queda demostrado, como lo dijo Einstein: “la madurez empieza cuando empezamos porpreocupamos por los demás…” y que cuando el trabajo se enfoca en el bien común, los resultados no tienen límites y son imperecederos. Felicitaciones al pueblo de Vuollerim en la Laponia y a todos sus habitantes!

Ricardo Espinosa Bonilla